Imagen de los aerogeneradores de Cendales que ilustran la noticia. |
Link del periodico: http://www.diariodeburgos.es/noticia/Z36518215-0F44-BC77-0E1E4788FBBD8BD2/20160207/viento/peru/sopla/villadiego
La noticia dice:
El viento del Perú sopla en Villadiego
En Marcona y Tres
Hermanas, no muy lejos de las misteriosas Líneas de Nazca, el viento del
Pacífico impulsa a una velocidad de 7,84 metros/segundo a uno de los 44
aerogeneradores de dos parques eólicos de 100 MW en conjunto que abastecen a la
red eléctrica del Perú. Así lo confirma, al otro lado del Atlántico, a más de
9.700 kilómetros de distancia, el gran monitor del Centro de Control de
Villadiego (Cecovi), donde se constata en tiempo real las condiciones
ambientales de la costa pacífica, el funcionamiento de cada uno de estos
gigantes de 80 metros de altura y palas de 37 metros allí instalados, la
producción que están evacuando a la subestación eléctrica de la zona, además
del diagnóstico de cualquier anomalía que pueda surgir.
Después de siete años
de actividad, Villadiego se ha convertido en un centro de control de referencia
de energías renovables del Grupo Cobra, uno de los principales holdings
integrados en el Grupo ACS, presidido por Florentino Pérez, quien inauguró
estas instalaciones ubicadas en el polígono industrial de la localidad. En este
edificio, que simula la góndola de un aerogenerador, trabajan actualmente 20
profesionales, repartidos a partes iguales entre el Centro de Control -su
función originaria- y el Departamento de Soporte Técnico, integrado por
técnicos con perfil de ingenieros procedentes de Burgos y provincia.
Gracias a los avances
en monitorización y control remoto, Perú ha sido el primer salto a la internacionalización
de este complejo, al que seguirá a mitad de año Uruguay, con otro parque eólico
de 50 MW, y a los que se suma la cobertura técnica que se da a otras
instalaciones en la República Dominicana y Panamá. «En los próximos años se
prevé un aumento de las instalaciones controladas por Cecovi tanto a nivel
nacional como, principalmente, internacional, de la mano de los nuevos
proyectos que el Grupo Cobra está desarrollando», explican los
responsables de la Dirección de Operación y Mantenimiento de Cobra Energía. De
hecho, las energías renovables son un campo con una gran proyección en
Latinoamérica y la ingeniería española goza de una gran reputación
internacional en este sector.
Dentro del territorio
nacional, desde Villadiego se da soporte técnico a más de 30 parques eólicos
-propios del holding o de otros clientes- repartidos por toda la geografía
española, además de plantas solares fotovoltaicas y plantas termosolares.
Solo en energía
eólica, se controlan alrededor de 1.000 MW, potencia instalada que, para
hacerse una idea, permitiría dar servicio a una ciudad de un millón de
habitantes, casi la mitad de la población de Castilla y León.
Algunos de estos
parques están en los páramos burgaleses, donde giran en la actualidad más de
1.400 aerogeneradores con 1.840 MW de potencia instalada (5.560 MW en el
conjunto de Castilla y León). Esta gran actividad fue el principal motivo
por el que Cobra decidió ubicar en 2007 su centro de control en la provincia.
Además, señalan, «la compañía quería colaborar con el desarrollo industrial de
la comarca bajo esta idea y en paralelo al desarrollo de los distintos
proyectos eólicos».
El Grupo Cobra tiene
presencia en proyectos de energía solar, eólica (ha desarrollado y construido
más de 1.800 MW en España utilizando las principales turbinas disponibles en el
mercado), biomasa y ciclos combinados en Europa, Latinoamérica, Estados Unidos,
Asia y África.
24 horas. El principal objetivo del Cecovi es integrar en el sistema eléctrico
nacional la máxima producción de energía de origen renovable que se requiera en
cada momento, manteniendo los niveles de calidad y seguridad que se exigen en
el suministro.
Para ello, ofrece un
servicio las 24 horas del día y los 365 días del año y mantiene un contacto
permanente con la Red Eléctrica de España (REE) y los propietarios de los
parques para gestionar la venta de energía de acuerdo a las necesidades
puntuales del mercado y el precio último de la misma. Se trata de una tarea que
no es sencilla, pues la energía eólica se caracteriza por la dispersión en su
generación, las variables condiciones ambientales y su predicción, las
diferentes tecnologías utilizadas y, para colmo, la gran volatilidad de los
precios.
Partiendo de la
conjunción de estas premisas, Villadiego ejerce una función de interruptor, es
decir, tiene la capacidad para parar y arrancar en remoto un conjunto de más de
900 aerogeneradores con la finalidad última de aprovechar al máximo los recursos
energéticos que generan, una operación clave en este sector y que, gracias a la
última tecnología, se ejecuta en apenas unos minutos de forma telemática.