En Coculina, debido a lo versátil de su paisaje y orografía que incluyen zonas montaraces con algunos riscos y espacios abiertos, propician refugio y alimento para una rica biodiversidad cinegética y salvaje.
Codornices, perdices, conejos, liebres, corzos, jabalíes, becadas, avefrías y algunas palomas forman el grueso de la fauna cinegética. Garduñas, comadreja, gato montés, zorros, águilas e incluso algún lobo han sido representativos de la fauna salvaje en cuanto a depredadores se refiere. Sin olvidar multitud de insectos, invertebrados, anfibios, reptiles, peces y cangrejos han tenido en mayor o menor medida presencia en el lugar.
Se hicieron repoblaciones forestales, básicamente pinares, realizadas hacia los años 60 entre otros en los pagos de Cuesta Tarraña y el páramo con Hormazuela. En la época del los años del 75 al 80 se efectuaron nuevas repoblaciones en Campolaba. Dichos pinos actualmente aún se encuentran en período de crecimiento, como recurso a largo plazo para generaciones venideras, y que sigue siendo una práctica, ésta la de repoblar, continuada hoy día.
La huella de algunos habitantes del pueblo también se ha dejado sentir en la foresta de la zona y gracias a su tesón y dedicación existen en Coculina un grupo de árboles singulares propios de otras latitudes, nos estamos refiriendo a los castaños, nogales, fresnos, arces, tilos y otros frutales colonizan la campiña y la huerta de Coculina. En el monte prevalecen las encinas, robles, espinos, ilagas, argomas, meñas, brezos, etc.
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