lunes, 16 de mayo de 2011

URBEL DEL CASTILLO

          Úrbel del Castillo se sitúa a 8,5 kilómetros de Coculina yendo por el camino que lo comunica con La Pinza. Debido a esta proximidad y similitud geológica entre ambas poblaciones se cree conveniente ilustrar sobre la dilatada historia de Úrbel y que muy posiblemente directa o indirectamente haya existido una interrelación con la propia Coculina.

Vista de Urbel y su castillo
          Tradicionalmente se ha considerado Úrbel topónimo de origen vasco, derivado de Ur- (agua) y -betz (negra). Pero actualmente está más aceptado entre los expertos el origen del latín. Como remarcó Luciano Huidobro ya en 1.909, las citas más antiguas del pueblo, datadas en 1.121, aparecen escritas como Uluer o Ulver. Esta grafía podría derivar de Ul- / Ultra- (más allá) y -ver / -verede (ver). Por lo tanto, el nombre de Úrbel querría decir originariamente "oteadero" o "lugar para mirar a lo lejos". Esta explicación se corresponde perfectamente con la utilidad de atalaya que podría haber tenido el cerro del castillo de Úrbel desde la antiguedad.
          El lugar ya estaba poblado desde época romana, como atestiguan la aparición esporádica de algunas monedas y fíbulas romanas en las faldas del otero donde se sitúa el castillo. El pueblo nació durante la reconquista, bajo la protección del castillo de Úrbel, construido en el siglo IX seguramente que por pobladores vascones y cántabros que se aventuraban a instalarse en estas tierras, formando una línea defensiva con otros castillos cercanos como el desaparecido castillo de Peña Amaya, La Piedra, y el de Ubierna.

          Décadas después de jugar un importante papel fronterizo en la expansión castellana a costa de los musulmanes, vovió a ser puesto fronterizo durante el siglo X. El asesinato del conde García Sánchez de Castilla en 1.028 hizo que Castilla fuese heredado por Sancho III el Mayor, rey de Navarra, por el matrimonio de este con la hermana de García, Mayor de Castilla. A su muerte en 1.035, Sancho modificó la frontera de Castilla y Navarra situándolo en la línea de Úrbel. Estas nuevas fronteras fueron grave fuente de litigios entre ambos reinos hasta que tras la batalla de Atapuerca en 1.054 se volvió a las fronteras de antes de la muerte del conde García Sánchez.
Paisaje de las loras y panorámica de Urbel del Castillo

          Después de 1.054, al ser de difícil acceso fue un punto de control para dominar toda la comarca y dar protección a la agricultura regada por el Río Úrbel y a la ganadería que aprovechaba los pastos de los páramos circundantes. Sus montes con abundantes pastos atrajeron los rebaños de la Mesta, ya que Úrbel era uno de los extremos de la cañada que desde la Sierra de Neila llegaba al Páramo de Masa y El Tozo. Por este motivo la Orden de Santiago poseía un torreón en Nidáguila que junto con el castillo de Úrbel garantizaba la pacífica explotación de las ovejas.

 

        En 1.188 Alfonso VIII concedió a su hija Berenguela para casar con el hijo del emperador de Alemania, entre otros castillos el de Úrbel. Ya en el siglo XV la familia Zúñiga arregló el castillo, manteniendo la mayoría de sus características románicas.

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