martes, 10 de mayo de 2011

OBISPO CESAREO RODRIGO, NATURAL DE COCULINA

Retrato

    Nació en Coculina (Burgos) el 25 de Febrero de 1819; fué presentado para la diócesis de Orense en 6 de Septiembre de 1875, preconizado en 23 del mismo mes, consagrado el 6 de Febrero de 1876, y tomó posesión el día 18 del propio mes y año. También ostentó el cargo de Senador del Reino.
                
    Según narran las crónicas de la época, dicen que el 5 de enero de 1895 a las cinco y media de la tarde falleció el respetable Obispo de Orense, D. Cesáreo Rodrigo y Rodríguez, “… el la capital gallega no se recuerda manifestación tan solemne de duelo como la tributada al ilustre muerto, que de Dios goce”.

    Desde que su dolencia se agravó, en la Catedral é iglesias parroquiales se celebraron solemnes rogativas, á las que asistió gran número de fieles, los cuales también acompañaron hasta el Palacio episcopal el Santo Viático, como muestra de las generales simpatías que se había granjeado el Sr. Rodrigo.

    Era el difunto Prelado Doctor en Sagrada Teología y Caballero Gran Cruz de Isabel la Católica. Entre sus fundaciones en la capital sobresale el Colegio de Santa Teresa de Jesús para la enseñanza de niñas, bajo la dirección de las Hermanas Carmelitas de la Caridad.

    Y alto reconocimiento debió tener su trabajo por esas tierras puesto que tiene en Ourense el nombre de una Plaza. Esta plaza ajardinada se encuentra justo en la calle Progreso, principal vía de acceso a la ciudad. La plaza tiene planta rectangular y está rodeada de unos bonitos y cuidados jardines; en el centro hay una fuente ornamental de piedra que fue traída del Posío. El edificio más importante que puede verse en esta Plaza es la fachada lateral del obispado y la oficina central de Cáritas Diocesana.
Plaza dedicada a Monseñor Cesareo
Portada del Reglamento Disciplinar
    El Obispo Cesáreo Rodrigo Rodríguez, como impulsor del Seminario Conciliar de San Fernando (hoy edificio del Obispado), tuvo que tomar medidas académicas para remediar la decadencia del clero a finales del siglo XIX, incapaz de responder a las exigencias de la sociedad, con una predicación que carecía de solidez doctrinal y que no instruía. Para ello toma tres medidas,
   - La primera reforma mira a la disciplina de los colegiales. Emite media docena de artículos en los que insiste sobre la obligación de hacer ejercicios espirituales, el control del tiempo de vacaciones y la obligación de cumplir con el Reglamento.   
   - La segunda es de tipo académico en la que, introduciendo el estudio de la filosofía tomista en el Seminario Conciliar
   - La tercera medida es económica y consiste en la creación de becas de gracia para que algunos de los seminaristas sin recursos puedan cursar los estudios eclesiásticos.

Capilla Seminario Conciliar y entrada lateral
    Pero si el Obispo Cesáreo se hizo acreedor del reconocimiento perpetuo de la diócesis y en especial de los seminaristas, fue por erigir desde los fundamentos y a sus propias expensas la hermosa capilla junto con la parte más moderna del edificio, cuyas dos obras son un testimonio del entusiasmo por el Seminario de tan benemérito prelado.

Documento contra M. Curros Enriquez
    Uno de los puntos más turbios en los que se vió envuelto fue sus litigios con el escritor Manuel Curros Enriquez y sus obras Aires da miña terra y O Divino Sainete (este último es una sátira de la Divina Comedia de Dante en la que incluso se nombra al Obispo de Orense) al tener un contenido altamente anticlerical, que acabó denunciado en los tribunales por el mismo obispo. Evidentemente esto hay que verlo dentro en contexto de la época, donde existía una confrontación entre el antiguo poder que ostentaba la iglesia y las nuevas ideologías revolucionarias que aparecían en la sociedad.

    Como curiosidad indicar que tuvo relación con un importante personaje histórico, Dº Juan Soldevilla y Romero, que fue secretario de Monseñor Rodrigo en 1875 y a quien también dio la consagración episcopal el 28 de abril de 1889. Posteriormente Soldevilla llegó a ser Obispo de Tarazona y Arzobispo de Zaragoza donde recibió la púrpura cardenalicia y que tras morir en un atentado de un grupo anarquista (del que formaba parte Buenaventura Durruti), su muerte provocó tal impacto en la opinión pública, que tres meses después se proclamó la Dictadura de 1923.
Escudo de Armas y retrado de Cesareo pintado por Jesús Soria

2 comentarios:

  1. Un saludo soy el canónigo archivero de la Catedral de Ourense. Tendría mucho interés en donde se localiza el retrato del Obispo de Cesareo que encabeza su interesante comentario. Si hay un correo electronoico a donde dirigirme de modo maás personal lo haría. Muchas Grcias

    Miguel Angel González García

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  2. Muchas gracias por su interés. Para contestar a la cuestión que plantea es mejor que lo haga a través de mi correo electronico, arnfuero@gmail.com.

    Un saludo

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